«La piscina»: la esencia de Yoko Ogawa en menos de cien páginas

Reseña de La piscina, una novela de Yoko Ogawa

La piscina es un librito corto, de menos de cien páginas, que fue editado por Funambulista allá por 2012. Más de una década después, me adentro en esta obra escrita en 1990.

No me cuesta reconocer que yo me adentré en la obra de Yoko Ogawa gracias a uno de sus libros más tiernos y populares: La fórmula preferida del profesor (Funambulista 2008, Tusquets 2022). Después de ese vino Venganza (Tusquets, 2023), y ya comencé a adentrarme en la narrativa más delicadamente perturbadora que me he encontrado jamás. Podéis leer la reseña que hice aquí.

Yo venía ya avisada. Señorita Devoralibros, me había recomendado esta pequeña joya, y yo —que confío en su criterio más que en cualquier otro—,  salté de cabeza sin mirar ni siquiera la sinopsis.

¿Qué me encontré?

Un mar apasionante y repleto de contradicciones.

Así como no hay soledad más grande que aquella que se siente en la multitud, Aya se siente huérfana viviendo en el orfanato que gestionan sus padres.

Uno de los pocos consuelos que tiene es Jun, un chico de su edad con el que ha vivido más de diez años. No es su hermano, pero llevan más de media vida viviendo juntos. En secreto, ella se deleita viendo sus entrenamientos: su forma de saltar del trampolín, la definición de sus músculos o la posición de su cuerpo al entrar en el agua. 

Al mismo tiempo, ella intenta recomponer las piezas que la conforman: ¿de dónde salen estos pensamientos perversos? ¿por qué encuentra cierto placer en cometer actos crueles?

Cada vez que leo a esta autora me maravillo con la versatilidad que tiene para escribir. No es solo que sea capaz de escribir géneros tan sentimentalmente opuestos como el feelgood y el thriller, sino también el estilo tan delicado con el que hila sucesos perturbadores.

Ogawa destripa lo más oscuro de la mente humana, pero al tener en cuenta todas esas contradicciones que forman parte de la esencia del ser humano, provoca cierta empatía incluso hacia los personajes más turbios.

La fascinación —más bien obsesión— que siente Aya desencadena en ella una búsqueda de la pureza con la que identifica a Jun. Admira su calidez, tan opuesta a la crueldad que ella alberga en su interior. Contraposiciones que se tocan, se observan y se callan.

Un equilibrio que se mantiene gracias al silencio.

Escenas donde las sutilezas toman el protagonismo, donde la resalta la belleza de lo sencillo: el brillo de la nieve, la tranquilidad ondulante del agua, los murmullos de la noche.

¿Lo malo de este libro? Que se me hizo demasiado corto.

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Ficha técnica

La piscina, de Yoko Ogawa

Traducido por Héctor Jiménez Ferrer
📗 Funambulista (2012)

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