Bookstagram me mata: o por qué he decidido escribir en un blog cuando eso de bloguear ya pasó de moda

Está página lleva abierta mucho tiempo, y nunca me había animado a definirla del todo. Y aunque por el nombre podría parecer una web de referencia, siempre la he considerado un espacio más informal: un blog.

Siempre he intentado adaptarme a las nuevas tecnologías. Aunque no fueran de mi gusto, he querido saber de qué trataban, cómo manejarlas y darle un intento. Da igual si después lo terminaba dejando. Pero quería opinar con propiedad.

Instagram se me ha dado bien, no lo voy a negar. Desde que decidí enfocarlo de una manera más profesional el 18 de marzo de 2021, cuando apenas contaba con 800 seguidores —la mayoría de ellos con poco interés en mi cuenta o en la literatura— he llegado a los 20 000 seguidores en este periodo de dos años y medio. Con crecimiento orgánico, posts de calidad y con el toque popular que la gente busca en una red social. Sin invertir en publicidad. (Nada en contra de ello, pero de eso ya hablaremos en otro post).

No es que haya encontrado la fórmula perfecta. A veces el algoritmo me iba bien, y otras veces como si fuera un desastre. Y el título de este post no significa que vaya a dejar de publicar en Instagram.

Significa que voy a dedicarle más tiempo a este blog.

Y eso se debe a la principal desventaja de Instagram para creadores de contenido: los posts tienen una vida muy limitada.

Y me da pena. Mucha pena.

Invierto horas de mi tiempo libre en crear contenido que morirá a los pocos días. A veces semanas, a veces días, a veces horas.

El buscador interno de Instagram no está hecho para que bucees en publicaciones antiguas: será más fácil encontrar lo inmediato. Aunque no tenga que ver con lo que has buscado.

Esto conlleva entrar en una rueda de hámster de crear contenido cada pocos días.

Contenido que acabará muriendo, sin estar caducado.

Publicaciones de calidad que no serán indexadas en ninguna parte (como mucho en tu sección de guías).

Mi objetivo era el de crear contenido atemporal sobre la literatura asiática que leo, a través de artículos y reseñas. E Instagram sirve para darlo a conocer. Pero no para que sea leído dentro de un año.

Y porque no quiero que ese contenido se desperdicie, lo rescataré y lo mantendré aquí.

Así entro en mi blogging era.

 

Considero este blog como un lugar seguro para mí. No pretendo crear conversación ni generar comentarios porque moderarlos conlleva demasiado tiempo. Pero si tienes algo que decirme, siempre puedes escribirme un mensaje directo a través de Instagram. Lo leeré seguro.

Destacado

Instagram

Anterior
Anterior

Lágrimas en H Mart: comida, raíces y música

Siguiente
Siguiente

10 autoras asiáticas que debes leer